El cabotaje es el nuevo frente de batalla, o no tanto, al que parecen enfrentarse los transportistas en España. Si tenemos en cuenta las estadísticas, las comparamos con países como Francia, Alemania, o Italia. España tiene un porcentaje mucho menor que los otros  países, en este tipo de actividad. Estos números se basan en los millones de toneladas por kilómetro transportadas. Son datos del año 2013, pero puede servir perfectamente, al menos, como una referencia a tener en cuenta.

Luego viene la otra parte, esa que no aparece en las cifras, la realidad. Las empresas españolas des-localizadas en terceros países, con las matriculas que todos conocemos; esa amalgama que, repito, ha convertido al transporte en Europa, en algo que cada día se parece mas a la marina mercante. Con lo cual los datos pueden generar la consiguiente confusión. El que España aparezca en esta estadística como el cuarto país en numero de toneladas/kilómetro, que las mismas aumentaran hasta un 50,7% con respecto al año 2012. Es un dato que puede darnos una pista para saber por donde van los tiros en este tema, para que luego nadie se llame a engaño.

Vivimos, mal que nos pese, en un mercado común único europeo, compuesto por 28 países, los que se conocen como Estados Miembros. Lo cual significa a efectos prácticos, que estamos en una comunidad en la que pueden circular libremente las mercancías. Pero con la particularidad propia de cada país y de sus ciudadanos. Esa que no lleva en tiempos de crisis a tener que buscarnos el sustento -y los euros- allá donde mas nos convenga. Algo que afecta por igual, en mayor o menor medida, a las personas, y también a las empresas. Con lo que ya tenemos prácticamente la vuelta de tuerca consiguiente terminada. Pero lo que no es de recibo, ni nunca lo sera, con las diferencias entre países, tanto en cuestiones fiscales como salariales de los profesionales del transporte.

Esta particularidad acarrea las consecuencias que actualmente estamos viviendo. Ahora, todos sabemos los problemas. Lo que pide el transporte son soluciones. Esas tienen que venir precisamente de los políticos y gobernantes que crearon este Mercado Único. Los mismos que liberalizaron el mercado, que consintieron las des-localizaciones de las empresas. Empezando por las alemanas, a las que fueron siguiendo las del resto de ese mercado. Agarrándose a las mismas ventajas fiscales y laborales de las germanas. Si en su día consintió ese mercado, el que solo piensa en los datos macroeconomicos, que incluso alentaron y promovieron esa practica. Lógicamente tienen que ser quienes pongan el consiguiente coto y normas a el cabotaje. Al dumping, a todas y cada una de las causas que están provocando la ruina de autónomos y pequeños empresarios en países como España.

Pero también entre los del resto de esa otra Europa que disponía de mejores infraestructuras, camiones y sueldos para sus conductores asalariados. Pero que esta provocando una situación que puede llegar a ser insostenible, tanto económica, como socialmente. Aumentando la inseguridad, la injusticia salarial, la precariedad laboral y todo lo demás. El único remedio que les queda a los países perjudicados es presionar a sus correspondientes gobiernos para que busquen la forma de armonizar laboral, y profesionalmente un mercado europeo único, pero defendiendo, a su vez, a los ciudadanos de sus respectivos países, que son los que con sus votos les han puesto en los cargos que ocupan. Tarea harto difícil en el nuestro. Pero no imposible. Bastaría únicamente con conseguir regenerar la vida política y social, eligiendo a políticos honrados, legislando y aplicando las leyes para que acaben encarcelados aquellos que solo buscan el beneficio económico propio. En esto, por difícil que parezca, tendremos que ponernos todos antes de depositar el voto en las urnas. Pero aquellos que decidan no votar, que lo piensen bien, porque estarán dejando en manos de otros las decisiones que pueden afectar muy directamente a sus vidas, y las quejas posteriores tendrán poca base fundamental. Que también la abstención tiene sus consecuencias. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

000