Fue el dia de ayer uno mas de estos dias de vacaciones para aprovechar el tiempo y disfrutar de los encantos que encierra la provincia de Leon. Visite junto a mis amigos navarros la ciudad de Astorga, hermosa como siempre y que hacia años que no paseaba por sus calles, admiraba su hermosa catedral, el palacio diseñado por Gaudi, sus murallas romanas y la plaza del Ayuntamiento para degustar despues el tradicional cocido maragato. Pero lo que mas me sorprendio fue la gran cantidad de visitanes y peregrinos que como nosotros aprovechaban el buen tiempo para hacer exactamente lo mismo y se econtraban con que no podian ver el interior de las maravillas maragatas. Sobre todo de su catedral y del palacio del arquitecto catalan.
No se puede pretender que sean rentables los monumentos, que se proclame a los cuatro vientos las maravillas de una ciudad y que se hable en el mundo entero de una ciudad como Astorga, si se limitan las visitas a los mismos a simples horarios de oficina del tipo: «De lunes a viernes de 10 a 14 horas, tardes de 16 a 20 horas. Sabados de 10 a 17 horas. Domingos y festivos de 10 a 14 horas», -por ejemplo-.Vi las caras de los turistas y peregrinos cargadas de decepcion cuando se acercaban a sus fachadas y se encontraban con las puertas de acceso cerradas.
Era domingo por la tarde ¿Y que?. ¿Donde se encuentran los responsables de los monumentos que no ven las calles llenas de visitantes?. No entra en mi mente de cazurro como se puede pretender que, no ya solo sean rentables, tambien que se haga promocion de los mismos por medio del «boca a boca» que es la mejor de todas las campañas publicitarias. El turismo no entiende de horarios, ni comprende que su esfuerzo por llegar a visitar una ciudad se premie con las puertas cerradas de aquellos monumentos que se publicitan en folletos y agencias de viajes.
Pero ya es sabido que en ciertos aspectos los responsables del patrimonio leones dan la sensacion de haberse quedado anclados en un pasado lejano que no se adapta a los tiempos modernos. Por mucho que se recurra a los nuevos medios, ya sea en las redes sociales, o en cualquier otro. Hay que darle al visitante ocasional que acude a una ciudad atraido por sus momumentos, su historia, tradiciones, cultura y gastronomia, precisamente aquello que demanda y que no es otro que ver de cerca las maravillas de una ciudad. Cerrarle las puertas de los mismos es como invitarle a que no vuelva mas, a decirle practicamente a la cara: «Esto es lo que hay y si no te gusta no haber venido, nosotros ponemos horarios y reglas».
Dice un viejo refran de esta tierra: «No hay peor ciego que aquel que no quiere ver», esto vale perfectamente para aplicarlo a los responsables de los que escribia mas arriba. Parecen ciegos, sordos y mudos ante la realidad, no saben aprovechar las oportunidades que les brinda estar en una ciudad monumental y turistica. Y lo que es peor, yo senti verguenza ajena ante la extrañeza de mis amigos navarros porque no entendian que no pudieran visitar el interior de la catedral y del palacio de Gaudi precisamente en un horario normal de visitas, por mucho que fuera por la tarde y festivo. Asi que no se quejen cuando digan que no son rentables, o por ejemplo, el mantenimiento de los mismos, sencillamente porque no saben explotarlos debidamente.