Mire usted por donde, estaba yo echando un vistazo a los ingresos anuales de los políticos españoles, y voy y me encuentro con que Pablo Iglesias tuvo el año pasado unos ingresos de 119.709 euros declarados. Ahí es nada, bastante mas de lo que ganamos cualquier currante de a pie.
Así cualquiera, con esos ingresos de casi 120.000 euros en un año, yo tambien soy de izquierdas, de centro y hasta de derechas si hace falta. A la vista de este dato no cabe más que preguntarse una vez mas si los politicos se dedican a su trabajo por interés social o por dinero, aunque puede que, incluso, por las dos cosas. Pero no se porqué me da a mi que mas bien es por dinero, que aquí en este país nuestro eso del desinterés económico no funciona muy bien.
Mira tú por donde Pablo Iglesias que supo muy bien aprovecharse de aquel movimiento ciudadano y juvenil llamado 15M, se ha convertido de pronto en una especie de referente político para mucha gente. Todo muy bien orquestado con una perfecta campaña de marketing y de tratamiento de la imagen hasta la saciedad. Consiguiendo la popularidad gracias a multitud de intervenciones en las televisiones que se encargaron de darle cancha, sobre todo porque llegaba con un discurso nuevo que nadie había utilizado antes y que llegaba muy bien a la gente de la calle.
Pero pasado el tiempo esa imagen se ha ido desinflando, sobre todo por decisiones política de este líder de la izquierda poco acertadas y muy controvertidas. Hasta el punto que el otro político de nueva ola, Albert Rivera, le ha ido comiendo la tostada y crece en las encuestas, gracias al descontento generalizado con el Partido Popular y las polémicas medidas del Gobierno de Mariano Rajoy. Además, mientras tanto Pablo Iglesias estaba más centrado en otros menesteres.
Uno de ellos minar el Partido Socialista Obrero Español, que con los votos que le arañaba el partido de Iglesias y sus propias y continuas meteduras de pata, ya solo es una triste sombra de lo que fue y que si sigue así está mas cerca de su desaparición que de alcanzar la victoria en unas elecciones generales. Asi que nada, Pablo ahí anda, dando tumbos políticos cada dos por tres, intentando contentar a un electorado variado al tiempo que toma decisiones polémicas.
Ahora va este izquierdista de nueva ola y dice que a los «manteros» hay que legalizarlos su trabajo. Me gustaría que eso se lo contara a la cara a los comerciantes que venden sus productos cerca de los puestos en los que se ponen los vendedores ambulantes, a los industriales a los que quitan ventas vendiendo marcas falsas y a los trabajadores de esas empresas a los que perjudica directamente este tipo de venta, a ver que le contestaban.
Se que este artículo me va a costar el acoso y derribo de los seguidores de Pablo Iglesias, y que su corte de activistas en Internet seguramente cargará contra mi, sobre todo porque no consienten la más mínima crítica a su «amado líder». Pero ¿Qué quieren que les diga? A mi personalmente este político no me gusta, no se, le falta algo para parecer auténtico. Yo creo que lo único que busca, como el resto, es poder y luego ya veremos. No entra en mi cabeza que alguien que pregona la honradez y la decencia política tenga unos ingresos de casi 120.000 euros al año y luego se dedique a criticar a los que ganan tanto como el, tan solo por el hecho de ser políticos. En fin, veremos a donde llega este líder en la historia de España. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!.