Señor Mariano Rajoy Brey: Hoy no le escribire una carta, hoy le voy a decir claramente lo que pienso, entre otras cosas porque la paciencia ya se me agota, aunque con usted le confieso que no he tenido mucha. Como dicen en mi tierra leonesa pretendo decirle a usted «las cosas claras y el chocolate espeso» -aunque a mi me gusta acompañarlo con churros-.
Vera usted, estoy plenamente convencido que solo aquellas personas que no creen demasiado en la democracia y que son mas afines a las dictaduras se mantienen en el poder contra viento y marea, sin hacer caso al descontento general, haciendo como que no ven las manifestaciones de la gente en la calle y dando a entender que no van con ellos. Para ese tipio de personas la democracia solo es un medio para acceder al poder y hacen todo lo posible por mantenerse en el. Con esto le quiero decir que si usted tuviera un minimo de dignidad ya se habra marchado a su casa o habria vuelto a su anterior trabajo de registrador de la propiedad en el que segun sus propias palabras ganaba mas que como politico. Pero usted no hara eso, al contrario, se ha enrocado en el poder y se agarra a el como a un clavo ardiendo, tal vez porque es consciente de que nunca mas va a trener la oportunidad de volver a gobernar, porque esta ocasion de hacerlo que le dieron los que engañados por su palabreria le votaron hace ya meses que usted la desperdicio y en lugar de hacer aquello que beneficiara a los ciudadanos, tanto a los que le votaron como a los que no lo hicimos, la posibilidad de mirar hacia la calle y hacer caso de las demandas de la gente usted la ha tirado a la basura beneficiando solo a los bancos, a la desmedida codicia de unos empresarios que solo piensan en los beneficios y como si a usted su forma de gobernar le produjera remordimientos de conciencia, protege a la iglesia, tal vez con la esperanza de que asi Dios le perdonara sus pecados politicos.
Se ha rodeado en torno a la mesa del consejo de ministros de todas aquellas personas que eran ideales para usted para llevar a cabo sus planes de amargarnos la vida a todos los ciudadanos. No ha tenido el mas minimo reparo en mantenerles en sus puestos a pesar de sus meteduras de pata continuas, como por ejemplo, la de ayer del ministro de interior. Se le llena la boca hablando de honradez y de transparencia pero usted es el primero que no practica ninguna de las dos y esta bajo la sospecha de ser un corrupto por parte de todos los españoles. ¿Le queda claro?. Podria seguir, pero tengo la sensacion de que es como predicar en un desierto.