A veces me pregunto si realmente queremos estar informados o simplemente lo que queremos es noticias a la carta. Que nos cuenten únicamente aquello que queremos ver y oír. No sea que nos vaya a alterar el ánimo y nos devuelva a la cruda realidad. Viene esto a cuenta porque desde que el 16 de noviembre del año pasado salió a la calle un diario digital sobre transporte (Diario de Transporte) del que soy el padre, la madre, el tío y todo lo demás; intento dar en el mismo una información real, veraz, contrastada y currada. Sin influencias de nada ni de nadie, porque eso no lo permite mi cazurra mollera.
Y ahora es cuando viene lo bueno, lo que me sorprende a veces. Me explico: Uno se ha pasado mas de 33 años ganándose los garbanzos al volante, sé un poco de lo que se cuece en la carretera y en la profesión desde todos los campos de la misma. No hay noticia que mas me duela dar que la del accidente en el que esté implicado un camionero o cualquier otro conductor. Me han reprochado hacerlo. Ahora entra en juego eso que se llama «ética profesional». Resulta que si no las publico o si lo hago y no las comparto en algún grupo de Facebook porque alguien se quejó, rápidamente hay quien me reprocha no publicarla o no compartirla. Total que ¿En que quedamos?, ¿Queremos ser informados o no? Mas que nada porque hago todo lo posible por no poner el «morbo» que otros informadores le dan a la noticia. Intento tratarla mas desde el aspecto profesional, de denuncia de la situacion de una profesión masacrada y olvidada por gobernantes y por la mayoría de una sociedad que no sabe valorarla como realmente se merece.
Noticias que sirvan, con el dolor que conllevan, a concienciar a quienes dejan a un lado a los profesionales mientras ellos siguen teniendo la comida en las estanterías, la materia prima en las fabricas, o pueden viajar en trasportes públicos, mientras no les importa la situacion de quienes les llevan comida, materia prima o conducen esos transportes públicos. Por supuesto que en un porcentaje casi total de los accidentes tiene que ver el factor humano. Por lo tanto será quienes tienen el poder de cambiar muchos de esos factores, como cansancio, explotación, estrés.. etc. Los que tendrán que tomar medidas al respecto.
Pero paradójicamente he comprobado otro efecto que no deja de sorprenderme. Te llega una información o una fuente de la que tirar del hilo del que saldrá una noticia. De esas que se denominan serias, con datos contrastados, currada. Noticias que te llevan un día de preparación -incluso mas- la publicas con toda la ilusión del mundo y después -cuando sigues los datos reales de seguimiento de la misma- te das cuenta que le ha importado a un 30 por ciento de los que si leyeron aquella en la que se hablaba de un accidente. Así que uno se pregunta incrédulo: ¿En que quedamos?.
Por eso la pregunta inicial de hoy. Como siempre esta no es mas que una reflexión personal en voz alta con palabras mal juntadas. Lo dicho: ¡¡¡BUENA RUTA!!!.