Conduce un camion que se puede ver a dos kilometros porque tiene mas luces en el frontal que un arbol de Navidad mas hortera que una perdiz con ligas. No le queda practicamente un centimetro cuadrado de la cabina en el que no luzca un piloto, los tiene de todos los colores imaginables, pero si ves su camion por detras pasa tres cuartos de lo mismo, solo que en este caso son rojas porque es obligatorio que asi sean. Asi que es conocido como «El bombillas». Todo un personaje, de esos que les gusta llamar la atencion a cualquier precio y, por lo tanto, presa facil para la guardia civil. Desde que hace ya unos años permitieron que los camiones llevaran mas luces de las obligatorias el colega fue de los primeros en apuntarse a la nueva moda. Personalmente me parece una horterada monumental. Una cosa es tunear una tractora con hermosos dibujos, por cierto, los hay espectaculares y, otra muy distinta es ir por la carretera dando la nota. Aparte de lo trabajoso que tiene que ser estar todos los dias cambiando alguna bombilla porque se ha fundido.
Pero al amigo esto parece no importarle demasiado. Aparte de ir dando la nota con su camion, el tipo es de esos que hay que echar de comer aparte. Si ves su cabina por dentro aquello, aparte de parecer una nave espacial o, mas bien, una barraca de feria en la que apenas queda sitio libre en la luna para ver la carretera, esta decorada con todo un repertorio de banderas, imagenes y propaganda de La Legion, el ejercito, cruces gamadas y, por supuesto, de su gran idolo, el general Franco. Por si a alguien le quedaba alguna duda, «El bombillas» es un facha de tomo y lomo, la musica que suena no es otra que marchas militares y cds con discursos del generalito. El aspecto de este tipo es otro capitulo aparte. Cabeza rapada, bigote, camisas militares, botas del ejercito y mas tatuajes que un pirata loco. Por supuesto su tema de conversacion favorito es del tipo: «Tenia que volver Franco y se ivan a enterar estos maricones de democratas y esos putos rojos..». Lo cual le ha acarreado mas de una bronca y tambien alguna que otra paliza. Porque el amigo apenas si llega al metro sesenta, barrigon pasado de kilos y mas lento que un oso perezoso. Pero eso si, provocador como el solo. Se cree que por tener las ideas que tiene es amigo de la guardia civil, ese es su mayor error, porque le dan por todos los lados, aunque tambien hay algun que otro agente que le sigue la corriente. Es de ese tipo de personajes de los que suele decirse que tienen cementerio aparte porque cada dia presumen de haber matado a catorce y de pelarse con todo Dios. Pero en realidad es mentira, el que se las lleva crudas es el. Nunca cuenta que en una ocasion fue a cargar al Valle del Goeirri en el Pais Vasco, cuna abertzale donde las haya y tuvo que salir pitando porque le apedrearon el camion en cuanto aparecio por la primera calle de Oñate y curiosamente le salvo de una muerte casi segura una pareja de ertzainas, esos a los que tanto odia.
En fin, que una vez mas se cumple eso de que de todo tiene que haber en la viña del Señor. Asi que si un dia os cruzais en la carretera con un camion al que no le falta un centimetro sin una luz, ese es «El bombillas».