Son muchas las injusticias a las que a diario nos vemos obligados a soportar en el transporte. Tantas y tan variadas que este escribidor siente la sensación de que, a fuerza de repetirlas, todavía es posible que alguna me quede aun en el olvido. Así que allá voy, una vez más, con las que más me cabrean y preocupan, con la esperanza-ilusion de que alguien que lea esto al menos tome un poco de conciencia y decida que ha llegado el momento de tomar cartas en la solución de las mismas y sumarse a los que estamos dispuestos a dar los primeros pasos para acabar con ellas.

No es justo que existan tantas diferencias salariales entre los conductores dependiendo de la Comunidad Autónoma, o provincia, en la que desarrollen su trabajo. Desfases salariales que pueden llegar a ser superiores a más de 500 euros en el sueldo base. Si el trabajo que realizan es similar, no entiendo que se produzcan estas desigualdades salariales. La causa principal hay que buscarla en que siempre nos hemos movido en este país por convenios provinciales o regionales, olvidando al resto de compañeros del país, preocupados únicamente en nuestro yo más cercano. Dejando la responsabilidad de las negociaciones en los sindicatos tradicionales que no fueron precisamente muy solidarios a la hora de negociar. La solución pienso que está en que en un futuro se consiguiera un convenio nacional. Me he encontrado en debates sobre este tema y me sorprendió que hubiera compañeros a quienes costará entender esto. Ellos hasta justificaban las diferencias salariales en las mismas cifras que marcan el coste de la vida dependiendo de la Comunidad Autónoma. Creo que no tiene nada que ver el nivel de vida con el sueldo. Estamos hablando de sueldos, no de otros temas. Principalmente porque la gran mayoría realizamos nuestro trabajo por todo el país y por Europa, con lo cual a la hora de trabajar los gastos más o menos son similares.

No es justo, ni mucho menos, que nos veamos obligados por las circunstancias del trabajo, por imposición de jefes y del mercado despiadado en el que vivimos, a realizar trabajos de carga y descarga de los camiones. Esa no es nuestra misión, la única que nos compete es conducir y procurar la mejor estiba posible de la mercancía para la seguridad de la misma durante el trayecto. Cargar y descargar supone ahorrar a las empresas muchos miles de puestos de trabajo en tiempos de voraz e injusto desempleo como el actual. Con ello contribuimos también al abaratamiento del transporte. A que nos estemos convirtiendo prácticamente en esclavos de nuestro trabajo, sumisos por seguir sobreviviendo dia a dia, aunque sea cada vez en peores condiciones.

No es justo ni lo sera nunca que los autónomos se vean obligados al acatamiento de las condiciones monetarias que imponen las grandes empresas de logística que son las que manejan a su antojo el mundo del transporte. Imponen su política laboral y las condiciones de pago a su propio criterio, mientras el pequeño autónomo, con un camión o varios, se ve obligado a hacer frente a los costos fijos de los mismos casi al contado, arriesgando su propio patrimonio personal, mientras tienen que aceptar los pagos y los tiempos impuestos por las grandes empresas. Con vergonzosos casos de diferencias brutales entre los kilómetros reales realizados y los que al final cobran. Soportando continuamente promesas incumplidas y compromisos pactados previamente que pocas veces son efectivos.

Seguramente son muchas más las injusticias que soportamos, de lo que se trata ahora es de que hagamos un análisis real de nuestra situación por unos minutos, ese que todos hemos hecho alguna vez y que seguro seguimos haciendo. Y seamos plenamente conscientes de que si no podemos seguir soportando estas condiciones ¿Hasta cuando vamos a seguir así?, ¿Estamos dispuestos a hacer algo por solucionarlas?, Si asi es UNÁMONOS DE UNA VEZ  Y DEMOS LOS PRIMEROS PASOS. Pienso. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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