En estos dias de descanso en mi amada tierra leonesa, uno aprovecha para volver de nuevo a aquellos lugares que se recorren por primera vez en la infancia y en la adolescencia. El jueves para aterrizar en el pueblo, tomar contacto con tus paisanos, caminar por las calles saludando a los vecinos de la localidad, visitando familiares, un cafe en el bar, un cigarrillo en la calle, conversaciones amables, distendidas y con ese sentido del humor tan particular que nos caracteriza a los leoneses, por mucho que aquellos que no nos conocen nos llamen «cazurros» casi en un tono despecctivo, como queriendo ofender, pero sin conocer su verdadero significado.
Pero solo en Leon se puede sentir lo que siente un leones que lleva la tierra en la sangre, que añora sus olores, sus calles y sus gentes. Vuelves a la capital, este año llena de visitantes como yo nunca habia visto, pero hermosa como ella sola. Viendo, admirando y disfrutando de su Semana Santa que es unica e irrepetible, que te hace apreciar y ver con espectacion casi como si fuera la primera vez. Pero que has visto año tras año y simpre te queda la sensacion de que es diferente a la del año anterior aunque no seas muy catolico, pero la belleza no entiende de creencias.
Orgulloso de enseñarsela con esa ilusion unica a los amigos que han venido desde Navarra para acompañarte en este fin de semana. Porque les has contado tantas veces las maravillas de tu tierra hasta el punto de meterles en la mente la necesidad imperiosa de hacer un hueco en sus vidas para venir a ver, disfrutar, admirar y aprender a amar esta tierra. Sorprendidos porque todo aquello que les contabas en su dia era poco porque cuando han sentido las calles de Leon, admirado sus monumentos, se han quedado con la boca abierta ante la majestuosidad de la catedral «La bella leonina», han sentido bajo sus pìes las calles empedradas del Barrio Humedo. Bebieron su vino de la tierra, comieron sus tapas sorprendidos porque aqui acompañan siempre a modo de aperitivo las bebidas sin costo adiccional, ya prometen que quieren verlo todo y como el tiempo leve de un fin de semana no da para todo, sienten la necesidad de volver.
Sientes la pena de no poder acudir a esta pagina porque por mucho que lo intentes el orgullo de tu tierra, la hospitalidad leonesa, el amor a la tierra y todo lo que llevas dentro, prima sobre escribir, tiempo habra para hacerlo tranquilamente en momentos apropiados. Ahora hay que aprovechar para que mañana cuendo vuelvan a Navarra se vayan con la mente llena de imagenes, admiracion y sin dejar de hablar durante dias a todos sus conocidos de que estuvieron en Leon por primera vez en sus vidas. Que recomienden a todos aquellos de la noble tierra hermana que venga a Leon, que procuren sentir las mismas sensaciones que ellos se llevan en la mente y en sus retinas. Que aprendan a amar esta tierra al menos como ellos ya la aman.