Despues de tres dias sin acudir a esta pagina, ya sabeis que impera el camion que pone la comida en mi plato. Me encuentro en mi amado pueblo de Toral de los Guzmanes. Dispuesto a disfrutar de diez dias de merecido descanso, de olvidarme de prisas, cargas, descargas, telefonos impertinentes que te despiertan a cualquier hora para preguntar o sugerir memeces, rebotes de cargadores y descargadores que, como todo el mundo, tienen buenos, regulares y malos dias. En fin, para descansar en esta paz unica que se vive en el pueblo, sin prisas, sin ruidos nocturnos, hartandome de dormir los primeros dias para tratar de alguna manera de recuperar las horas perdidas de sueño, tarea imposible, pero confieso que me da esa sensacion.
Aterrice anoche en la madrugada, despues de un dia de volante que comenzo alla por las 9 de la mañana. Pero tengo que confesar que cuando en ese mismo dia tengo planeado venir al pueblo, se enciende en mi mente una especie de resorte que carga de energia mi cuerpo y el cansancio desaparece, los kilometros no existen, la carretera solo se me hace mas larga a medida que me voy acercando, ansioso por las ganas de llegar. Cuando por fin en la autovia aparece el letrero que indica el cambio de provincia y veo: «Provincia de Leon», ya me siento como en casa.
Es mas hasta el olor apenas perceptible que entra por el salpicadero del coche, ya se sabe que los coches modernos ha eliminado aquellos olores antiguos de antes, siento a pesar de todo, el olor tan particular que se guarda en mi memoria de niño, que estoy en casa, en mi amada tierra. Esa a la que añoro cada dia. Se que quien lea esto y se haya visto como yo obligado a ganarse los garbanzos lejos de su tierra natal, sentira lo mismo que yo al regresar a sus origenes patrios. Porque esto que sentimos solo se puede percibir de esa manera, no hay otra.
Porque mas o menos en este mundo todas las sensaciones vienen siendo iguales para todas las personas que amen, odien, luchen, sientan, y vivan en definitiva. Porque nada hay mejor que no olvidar nunca nuestros origenes, no renegar nunca de las tierras donde nos nacieron. Que nunca ningun ser humano pudo elegir alla donde venir a este mundo. Al contrario, nos fueron a nacer alla donde soltamos nuestro primer grito humano, lloramos por primera vez, vimos las primeras luces inocentes sin memoria de recien nacido y llegamos a esta vida tan amada, odiada y vivida en cada segundo en este complicado mundo.
Asi que durante estos dias aqui estare, contando como siempre fobias y filias, amores y opiniones, sentimientos y sensaciones, de este camionero errante que dedica una parte de su tiempo a pensar y soltarlo desde las entrañas en este blog que a veces me sirve de terapia y valvula de sillon a modo de consulta de psicologo moderno.
Vuelvo al pueblo, a su paz, a las cartas en el bar para jugarse tan solo un cafe, pero satisfecho de encontrar aqui recuerdos de infancia, adolescencia y juventud, a recorrer sus calles tranquilamente, a visitar la ciudad de Leon y sentirme de nuevo entre sus calles como si estuviera de nuevo en el mismisimo Cielo.