¡Hola «colega»!: Voy a dar paso a responder tus correos y lo hare como me has pedido, publicamente, para que veas que si, que tengo co….es y que no me asusta hacerlo. Yo solo soy un modesto e ignorante camionero aprendiz de todo y maestro de nada, que solo lleva en la carretera 31 años y ocho dias exactamente, que solo ha aprendido en este tiempo cuatro cosas. Primero, que cuando da el sueño lo mejor es dormir. Segundo, que cada kilometro es diferente al anterior. Tercero que de cualquiera se puede aprender algo bueno y cuarto que el cementerio esta lleno de valientes y alguno de los que han adelantado terminaron mal. Pero vamos a lo nuestro.

   Por lo que me has contado tu vida es de pena. Tienes 34 y estas sin oficio ni beneficio, no tienes mas titulo que el graduado en ESO, eres un aprendiz de hacker que piratea la señal del vecino y te pasas horas y horas ante el ordenata, te acuestas a las 3 de la madugrada y te levantas a las 4 de la tarde. Le tienes engañada a la mama porque le has dicho que el futuro para encontrar trabajo es en internet. Lo que pasa que a las 16,30 cuando te conectas a los portales de empleo y ves una oferta desistes cuando ves que hay 850 apuntados ya. Que solo trabajaste dos meses hace 6 años de reponedor en el super y a pesar de que el contrato era de 3 meses te largaron antes porque llegaste un lunes pasado de birras y pastis y llenaste el refrigerador del yogur de azucar y harina y en el sitio de estos el Danone y las marias alucinando preguntando a las cajeras si ahora el sugar y la harina necesitaban frio. Pero eso no se lo contaste a la mama. Ahora seguramente desde tu habitacion le estaras gritando a la pobre que te haga algo de comer y ella se habra levantado del sofa cantando «¡Ay pena penita pena!!. Sobrevives de su pension porque tu papa se largo hace años harto de discutir con ella porque no podia contigo. Asi iras pasando los años. Te imagino con 46, pasado de kilos, con un viejo ordenata de segunda mano, sin haber currado, ¿Para que si esta la paga de la mama? y pudiendole otra vez a gritos la comida, pero entonces ella se levantara torpemente con las muletas y ya no cantara «¡Ay pena penita pena!», ahora mumurara entre dientes: «¡»Dios mio llevame contigo cuanto antes!». Tu la maltrataras con insultos a la pobre porque la paga que te da es insuficiente para alternar con los colegas. Jodido futuro el tuyo, pero seguiras culpando de todo al gobierno de turno y a esta sociedad, pero nunca reconoceras tu culpa. 

   Para entonces espero estar ya jubilado, disfrutando de mis nietos y contandoles batallitas mientras me miraran con la boca abietta como yo miraba a mi abuelo Angel, porque a los niños los juguetes les acaban aburriendo y les encantan los cuentos. Asi que nada «colega», cuidate. Se despide este camionero con criterio propio, espiritu rebelde e ignorante de casi todo. ¡Agur, adeu, ciao, adiosss!.

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