Me duele en el alma la provincia de León que veo

Después de muchos meses sin escribir en el blog, no he podido por menos de volver a hacerlo sobre la provincia de León, no solo por ser la provincia en la que nací y en la que vivo después de muchos años fuera de ella, de muchos kilómetros sobre las espaldas al volante de un camión por España y Europa pero, sobre todo, de haber llevado siempre con orgullo en las diferentes cabinas que habité en los viajes, la bandera o las banderas de León, porque fueron más de una al tener que sustituirlas cuando perdían el color original.

Ahora, en plena segunda oleada de esta maldita pandemia que nos trae a todos de cabeza y que desgraciadamente se está cobrando demasiadas vidas. Ahora, veo una provincia de León sumida en la mayor de las depresiones, del olvido y con un futuro incierto, del que nadie sabe como saldremos y seguiremos cuando todo este drama sanitario termine, que terminará.

Veo una provincia, una vez más -y ya van tantas y tantas-, olvidada y abandonada a la suerte de un futuro nada bueno, por esos políticos propios y ajenos, que siempre han traicionado a la provincia leonesa. Eso sí, con grandes discursos hipócritas y cínicos con palabras que dicen justamente lo contrario de lo que son sus hechos y realidades posteriores. Políticos con esa especie de «complejo de inferioridad trasnochada», acusando siempre a la Junta de Valladolid de todos los males que padece la provincia.

Pero absoluta y totalmente incapaces de hacer un ejercicio de dignidad y de honradez, para reconocer que las culpas es muy posible que no sean todas de la Junta castellana, pero sí muchas de ellas de nuestros políticos provinciales que no son capaces de hacerse valer como Dios manda ante los que rigen los destinos de los leoneses en Valladolid y en Madrid.

Muchas declaraciones rimbombantes, mucha «mesa por Leon», mucho paripe y demostraciones falsas de que para ellos lo primero somos los leoneses, pero los datos demográficos, económicos, empresariales y reales, dicen justamente todo lo contrario, en todos los aspectos.

Sabido es que estos políticos de León pierden el culo por hacerse la foto y salir en los medios, hacer declaraciones, decir a los cuatro vientos que León tiene que recuperar su esencia auténtica, mucho sumarse a iniciativas más o menos independentistas contra Castilla, mucho paripé. Pero muy poco, o nada, de apoyar al empresariado leones, fomentar el emprendimiento en las zonas rurales, nada de mejorar las comunicaciones por Internet, nada de iniciativas auténticamente basadas en mejorar la calidad y la promoción de las empresas de la provincia para que sean competitivas a nivel nacional e internacional.

Mucho menos, absolutamente nada de plantar cara de una maltita vez a todos y cada uno de los problemas que están llevando a esta provincia a tener una población envejecida. Nada de retener con ayudas y promoción a la juventud leonesa, a la que no le queda otra salida que terminar emigrando desencantada con su propia tierra. Eso sí, si por una casualidad, fruto de su esfuerzo y promocionados como Dios manda, lejos de León triunfan y se hacen famosos. Tranquilos que entonces, esos políticos cobardes perderán el culo por hacerse la foto con ellos, decir que son leoneses y hasta les darán premios, hipócritamente una vez más, después de haberles obligado a emigrar.

Asi que, señores políticos leoneses de todos los colores: Hagan un ejercicio limpio y sincero de conciencia sobre su forma de actuar, pongan sé las pilas de una maldita vez; dejen a un lado ese «complejo de inferioridad» ante Valladolid y Madrid. Apoyen económica y moralmente a esos jóvenes emprendedores y más que preparados para que se queden en León, denlo todo por las empresas y las gentes de la provincia. Consigan que los que emigraron vuelvan a la tierra que les vio nacer con toda su experiencia personal y laboral, para que esta provincia vuelva a ganar en población y riqueza, en lugar de esta sangría poblacional y económica.

Porque de lo contrario, León terminará siendo únicamente un lugar de turismo telemático, que tendrá como lema de promoción: «Aquí hubo hace años…»

Foto: Archivo Diario de un camionero leonés