El que no tiene un máster es porque no quiere

Contempla uno con asombro, humor, cierto punto de cabreo y vergüenza ajena, todo este lió que se ha montado con esto de los «masters» de los políticos, de que si los tienen o los compraron, se los regalaron como pago de favores para engordar un curriculum escaso, si tenemos gobernantes cultos, o por el contrario, estamos en manos de incompetentes que no saben hacer la «O» con un vaso.

Porque visto el panorama, el que no tiene un máster es porque no quiere, ya que da la sensación que se han puesto de moda el mercado, que puedes ir por la calle tranquilamente, entrar en una imprenta y decirle al dueño: «Quiero que me imprima un máster de experto en «nuevas tecnologías del futuro», pero que incluya licenciaturas en economía y desarrollo del almendruco salvaje». dicho y hecho, media hora después, ya sales a la calle más ancho que alto con tu título que te abrirá todas las puertas laborales y políticas.

Bromas a parte, en este vergonzoso asunto patrio, que nos ha convertido en el cachondeo de Europa, uno llega a la conclusión de que esto solo puede pasar en España. Sencillamente porque en cualquier otro país del Continente o en el que tenga una tradición democrática, este escándalo habría provocado inmediatamente una oleada de dimisiones irrevocables. Pero si esa dimisiones se produjeran ahora mismo en nuestro país, ya me veía yo a la gente de la calle ocupando cargos públicos, porque pocos políticos españoles de todos los partidos se librarían de dimitir.

Porque aquí, en este tema, de todos los partidos hay miembros con un historial de estudios falsificado. Así que de poco vale pedir la cabeza de unos para reemplazarlos por otros que tienen un historial parecido. Quitamos a la señora Cifuentes, que fue el primer caso que saltó a la actualidad, y la reemplazamos por un político que estuvo cobrando por unas clases que nunca dió ni apareció por esa universidad, y así prácticamente todo. Porque a tenor de lo casos que va publicando la prensa, esto suena ya a cierto cachondeo trágico.

Uno que nunca ha entendido muy bien esa manía tan española de la «titulitis», ese empeño en tener un historial cargado de títulos y todo lo demas, cuando en realidad lo único que importa, tanto en la empresa como en la política, es que de verdad seas competente en tu trabajo y seas de los mejores en hacerlo, o en desempeñar un cargo publico que revierta eficazmente en el bienestar de los ciudadanos. Porque no creo que a nadie le importe mucho si su alcalde, diputado, ministro o gobernante tiene doscientos títulos o ninguno, si hace su trabajo muy bien, es honrado y sus decisiones y ordenes benefician el bienestar general y gobiernan de manera justa sin meter la mano en la caja.

Al menos, creo, que a nadie le importaría si no tiene títulos, salvo a aquellos que sufren ese síndrome de acumular títulos, aunque despues sean unos incompetentes. No quiero decir con esto, Dios me libre, que estudiar y formarse no sea necesario y eficaz, no es eso. A lo que me refiero es que es preferible que no tenga títulos y sea buen gobernante, a que los tenga que falsificar para conseguir cargos públicos y luego ser un pésimo y corrupto gobernante. Eso sí que es muy grave.

Así que nada, ya saben ustedes, queridos lectores, que: «El que no tienen un máster es porque no quiere». Si no tiene tiempo de estudiar para sacarse uno, no hay problema, en cualquier imprenta lo conseguirá, cualquier universidad se lo proporcionara previo pago de las tasas correspondientes sin necesidad de ir a clase, en cualquier estantería de supermercado, a la derecha segun se entra, en la sección de librería, si busca bien, encontrará el suyo. Ironías a parte, todo este escándalo de los masters me parece vergonzoso y único en el mundo, algo que solo puede pasar en España. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

Solo ha sido una retirada temporal

Nunca estuvo en mi mente dejar de escribir en este Diario de un camionero leonés, tan solo era un retiro temporal, dedicado a otros menesteres que requerían más atención, pero nunca abandonar a los seguidores para siempre, aunque pudiera parecer lo contrario.

No se trata de entrar ahora en dar explicaciones detalladas del porqué de esa retirada temporal, tan solo espero que lo entiendan. Ahora, una vez que he decidido volver a esta página a mal juntar las letras una vez más, es cuando iréis conociendo poco a poco como será este regreso. Desde la sinceridad y con la memoria como fuente única de inspiración, pretendo hacer de esta nueva etapa un recorrido por mi vida dejando constancia escrita de ella.

Seguramente habrá quien dude de muchas situaciones, pensando lógicamente que no son reales y que forman parte de mi imaginación, evidentemente cada cual es muy libre de pensar como quiera, faltaría más. Pero no sería honrado conmigo mismo si no escribiera lo que está en mi memoria tal y como guardo los sucesos en ella. No es fácil entender desde el punto de vista de otras personas el comportamiento y la actitud que tenemos en determinados momentos. Por eso espero que no surjan inútiles polémicas que no conducen a ninguna parte, pensando siempre que en determinadas situaciones, cada uno hacemos lo que creemos que debemos hacer en ese momento.

Desnudarse por dentro para escribir desde las entrañas como vemos nuestra vida, no es una tarea fácil, sobre todo porque hay que tener muy claro que nadie, y yo menos, es perfecto, que los errores entendidos como tales, son lo que nos hacen más humanos. Venimos a este mundo porque nos nacen, no elegimos ni el lugar de nacimiento, ni la familia de la que vamos a formar parte, por lo tanto no nos queda más remedio que seguir viviendo con los avatares que se nos vayan presentando a lo largo de nuestra existencia.

Esos serán los que nos marcarán el devenir de nuestra vida hasta que un día de pronto, sin previo aviso, como siempre sucede, esta se termine. Pero mientras tanto aquí estamos en este mundo que a veces nos parece irreal e inhumano. Cargado de miserias y tropiezos en el que las personas parecemos más centradas en sobrevivir en esta selva, que en hacernos la vida más sencilla unas a otras, como si tan solo importara sacar la cabeza por encima del resto.

Después de esta aclaración que espero se entienda, este juntador de letras volverá cada día a esta página con un espíritu renovado, después de un retiro temporal. Tan solo espero un poco de comprensión y prometo no ser aburrido.