Las declaraciones realizadas hoy por el ex-socio de «Urtangarin» Diego Torres ante el juzgado de Palma de Mallorca salpican a La Casa Real una vez mas, aunque en esta ocasion mas directamente. En este goteo continuo pero interminable en el que se estan convirtiendo los escandalos de corrupcion que salpican a este pais nuestro y que lo estan convirtiendo cada dia mas en un muladar lleno de una mierda pestilente este puede que sea el que mas indigna a los ciudadanos por afectar ya directamente a la persona del rey, el maximo representante -aunque no nos guste- del estado.

   Mientras tanto el escandalo sigue avanzando sin que el monarca tome una decision drastica al respecto, que como en el resto de los casos. llevarian a dar la imagen de que el tema preocupa seriamente y que esta dispuesto a limpiar de una vez por todas las sospechas que se ciernen sobre la institucion. No hacer nada y esperar a que la lenta justicia aclare una situacion comprometedora es perjudicar inexorablemente la imagen de la monarquia ante los ciudadanos.

    Pocos son en estos momentos los que dudan de que el rey no estuviera al tanto de los manejos ilegales de su yerno, a pesar de que intentara poner un parche utilizando su influencia para que el incomodo consorte fuera enviado a Estados Unidos como empleado de Telefonica, convirtiendo de paso a la compañia en una especie de cementerio donde van a parar todos los personajes incomodos implicados en escandalos, Urdangarin, Rato y ¿Cuantos mas terminaran en la compañia?.

    Parece que el rey ha tomado la misma actitud que Rajoy ante los escandalos de corrupcion. Instalarse en una nube superior mirando hacia otro lado, ya solo falta que imite al gallego negandolo todo, decir que todo es falso -salvo algunas cosas-, y para remate comparecer en las audiencias publicas en una television de plasma.

   Feo panorama le esta dejando al heredero y a Leticia (personalmente creo que es republicana), ahora veo en la tele al principito esquiando, ¡Que dura es la vida del currante!. En fin, mientras no se haga una verdadera ley de transparencia y se aplique en toda su extension con comas, puntos, interrogaciones y faltas de ortografia incluidas no se habra dado el primer paso para restaurar la confianza en las instituciones.

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